Comer en carretera

Hoy viajaremos hasta Asturias para llenar el depósito de buenas viandas. Las de Casa Consuelo, un enclave junto a la autovía del Cantábrico lleno de historia, y en el que la única duda está entre tomar sus exquisitas verdinas con langostinos o rendirse a sus famosas fabes de toda la vida. Solución, ¡pedir las dos y tirar millas!En ruta hacia el sur, pararemos en los montes malagueños, antaño tierra de bandoleros, hoy de moteros. En el peculiar Ventorrillo Patas Cortas descubriremos cómo unas ricas migas a la leña o un gazpachuelo con mayonesa, el guiso más tentador de Málaga, pueden obligarnos a echar el freno de mano. Llegaremos hasta Ávila, donde su famoso chuletón sigue atrayendo a viajeros de toda España. Nuestra parada será en El Colmenar, un caserón de piedra en la carretera entre Soria y Plasencia donde ya huele a carne desde el aparcamiento. Y si ya le metemos unas patatas revolconas, se nos pone a cero el cuentakilómetros.