La noche temática
(apto para todos los públicos)
La batalla del clima en Estados Unidos: Estados Unidos es el país occidental más climaescéptico, a pesar de que sus temperaturas están batiendo todos los récords. En 2021 en algunas áreas de California alcanzaron casi los 60 grados. Llueve poco, y los incendios arrasan con todo. Hoteles, casinos y campos de golf contribuyen a vaciar las reservas. El discurso climaescéptico se recita en reuniones e iglesias. Desde hace algún tiempo el Valle de la Muerte, en California, la región más calurosa de Estados Unidos se ha convertido en un popular destino turístico. El verano nunca ha sido tan caluroso. Pero el símbolo del desastre se ha convertido en un lugar obligado para los amantes de los selfis. Cuánto más calor, más impresionante es la foto; Mi cerebro ignora el cambio climático: Los científicos son unánimes: la catástrofe climática es inminente pero evitable. Y se sigue sin reaccionar. El profesor de neurociencia en la Universidad de la City de Londres, Andreas Kappes, es un especialista en sesgos cognitivos. Sus experimentos realizados con estudiantes revelan hasta qué punto el cerebro lidia con la realidad. En el caso de acontecimientos felices, la mayoría cree que resultará más beneficiado que los demás. Pero en lo tocante a los accidentes de la vida, se produce exactamente lo contrario. Los científicos llaman a este fenómeno sesgo de optimismo. Y han demostrado que influye decisivamente en casi todo el mundo, y en todos los ámbitos de la vida. Con un cerebro tan reacio a creer en las catástrofes, no es de extrañar que las advertencias lanzadas por los climatólogos en los últimos 30 años hayan tenido tan poca repercusión.
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