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La DANA se ha convertido en la peor desgracia que han sufrido los valencianos y las valencianas. A las perdidas humanas se une el hecho de que muchas personas lo han perdido absolutamente todo. El día siguiente a la tragedia, muchas personas ya intentaban ofrecer su ayuda. Miles de ciudadanos se organizaron a través de las redes sociales y grupos de mensajería instantánea para salir hacia los pueblos afectados con palas, escobas o cubos. Una marcha masiva, sin precedentes, para ayudar a los que más lo necesitaban. A la solidaridad espontánea de los ciudadanos se unieron también Cruz Roja, Càritas y el Banc dels Aliments, entre otras muchas asociaciones y la intervención de los servicios de las administraciones públicas.