Nits Sense ficció
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Els defensors: Cuando era pequeño y vivía en Baréin, Hakeem Al-Araibi vivía únicamente centrado en el fútbol y soñaba con que, algún día, sería futbolista profesional. Y así fue. Con 18 años entró en la selección absoluta y su sueño se hizo realidad. Pero no se imaginaba que aquella ilusión se convertiría en una pesadilla. En 2011, su participación en la oleada de manifestaciones prodemocráticas de la Primavera Árabe le costó la persecución del régimen de la familia real de Baréin, con torturas incluidas y un juicio farsa. Pasó de ser un ídolo a ser considerado un traidor de la patria y pidió asilo político a Australia, que se lo concedió en 2014. Allí empezó a construirse una nueva vida y se atrevió a denunciar públicamente al jeque Salman, presidente de la Federación de Fútbol de Baréin y candidato a presidir la FIFA, por las torturas que había sufrido. Pero su valentía puso en peligro su vida.
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