Comer en carretera

Hoy comenzaremos ruta cerca de Cambrils en Tarragona, donde, ante tanto tráfico, no podían ponerle otro nombre que 4 carreteras. Conoceremos a una familia que levantó una vieja estación de servicio para acabar dando cien menús al día. Su brasa es como la llama olímpica, no se apaga nunca? porque te pueden hacer un chuletón a las 4 de la madrugada. Lo de ponerle el kilómetro al área facilita las cosas al conductor. En el 280 de la autovía entre Madrid y Barcelona, ya te sorprenden con una barra hasta la bandera de pinchos. Estamos en Zaragoza, así que, además de llevarte una pilarica, te puedes sentar a comer unas buenas chuletillas aragonesas, pero antes, ¿que tal probar uno de sus famosos torreznos?En ruta hacia el sur nos detendremos en Despeñaperros, donde nos espera un viejo hotel donde han sobrevivido al desvío de la carretera con ricos guisos y aún más cariño. ¿Quién se resiste a un escabeche de perdiz de campo? Pero si tienes prisa y solo te da para el desayuno, en Mesón Despeñaperros la perdiz te la puedes tomar en paté.