Apocalipsis de los imperios

Los aztecas fueron la última gran civilización y potencia dominante de Mesoamérica en los siglos XV y XVI. Cuando llegaron los españoles en 1519, habían construido un imperio de unos 200.000 kilómetros cuadrados. Su capital, Tenochtitlan, era un enorme núcleo comercial y la ciudad más grande de la América precolombina, con alrededor de 140.000 habitantes. El imperio se sustentaba en su poderío militar a partir del reclutamiento forzoso de varones adultos. Las ciudades aztecas contaban con templos, palacios y obras de arte que mostraban la devoción a muchos dioses; su religión exigía incluso los sacrificios humanos. Por otro lado, desarrollaron sofisticados sistemas de escritura y calendarios. Su poderoso imperio pronto se desmoronó con la llegada de los colonizadores europeos, pero el colapso no se debió exclusivamente a las desventajas tecnológicas respecto a los conquistadores.