Prisioneros

Keller Dover sufre la peor pesadilla que puede vivir un padre: su hija Anna, de 6 años, ha desaparecido junto a su amiga Joy. Los minutos se convierten en horas mientras la policía inicia la investigación. El jefe de la misma es el detective Loki, que en principio detiene a un sospechoso, pero luego se ve forzado a dejarlo libre porque no tiene pruebas fehacientes. Llegados a este punto, a Keller no le queda otra opción que tomar él mismo la responsabilidad de hallar a los culpables. El desesperado padre hace lo posible por encontrar a las chicas, y no le importa transgredir las leyes si es necesario. El pánico lo va dominando y no se sabe hasta dónde está dispuesto a llegar por encontrar a las niñas.