Pesadilla en la cocina

El programa viaja a Roquetas de Mar, Almería, para visitar el restaurante Los pitos, el local de un hostelero que en su día coqueteó con la política y que hoy invierte buena parte de su jornada laboral en hablar con los clientes, descuidando así las tareas de su puesto de trabajo. Los propietarios de este restaurante son los brasileños Marcelo y Rosana, una pareja que discute a todas horas. A pesar de que el restaurante tiene todos los ingredientes para triunfar, los productos con los que trabajan son de mala calidad, lo que provoca que los clientes normalmente devuelvan la comida. En la primera toma de contacto, Alberto Chicote se sienta a probar un menú que engloba una mezcla de comida de todos los países y que afirma ser casera. Más tarde, el chef es testigo de un servicio desastroso: platos que salen mal y una comida insípida, que se completa con Rosana limpiando su energía con un palo santo delante de su comensal. Finalmente, Alberto Chicote trabaja para darle una nueva esperanza a esta pareja y a este local, con el fin de que salga de su letargo y comience a funcionar como sus dueños siempre buscaron.