Comer en carretera

Hoy paramos en la autovía de Extremadura, cerca de Madrid, donde en Las Esparteras saben lo que es cautivar al viajero. Aquí se viene por el olor que desprenden sus dos hornos de leña. Ver en directo cómo se preparan sus deliciosos cochinillos es un lujo a tu alcance en pocos kilómetros.Llegando a El Paso, cualquiera pensaría que estamos en una taberna de Arizona, pero estamos en Navarra. El viajero que pase por Tafalla se puede comprar unas botas de vaquero, pero, sobre todo, dejarse llevar por las carnes de su propia ganadería. Los que lo tienen complicado para parar, son los forajidos a los que no les guste el cordero o la chistorra.Y en Benaoján, provincia de Málaga, hay una cueva, la del Gato, que tiene un hotel junto a la carretera y que se ha hecho popular por su comida kilómetro cero. Se puede ser ecológico y contundente, solo hay que ver sus desayunos con molletes y mantecas ibéricas?; pero si de verdad quieres comer fresco, aparca junto a su huerto.