La noche temática
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Enfermedad, no oscuridad: Las enfermedades mentales están rodeadas por un marcado estigma social que, a veces, es peor que la propia enfermedad. La mitad de los estadounidenses las sufren en algún momento de su vida, actualmente acentuadas por la pandemia de la COVID-19. Hipócrates creía que la salud mental dependía de la salud de todo el cuerpo y sus ideas bebían de la cultura de su tiempo. Para los griegos, los cuatro elementos: aire, tierra, mar y fuego, eran fundamentales para entender el mundo. Hipócrates aseguraba que se correspondían con los cuatro fluidos corporales, llamados humores. Esta teoría conformaría el tratamiento de la enfermedad mental durante más de 2.000 años. En la actualidad se utiliza el término esquizofrenia, una combinación de palabras griegas que significan separar y mente, para describir las alucinaciones, los delirios y los pensamientos dispersos de muchas personas. Si bien este diagnóstico se empezó a utilizar desde principios del siglo XX, el ser humano de todas las culturas lleva toda la historia experimentando estos síntomas. Lo mismo sucede con otros misteriosos trastornos. El documental analiza, entre otras muchas cosas, hasta qué punto están entrelazadas la biología y la salud mental; Las nuevas fronteras de la psiquiatría: Durante siglos, mientras se desarrollaba la búsqueda para comprender los misterios de la enfermedad mental, los pacientes soportaron una amplia gama de terapias brutales, no testadas, a menudo en contra de su voluntad. Pero hoy en día, las nuevas herramientas permiten comprender mejor el cerebro, lo que abre el camino a más y mejores opciones de tratamiento específicas. Algunos eligen nuevos y arriesgados procedimientos con la esperanza de que cambien sus vidas. En la estimulación cerebral profunda, o ECP, los cirujanos implantan un marcapasos electrónico en el cerebro para corregir señalizaciones defectuosas. Los médicos han tratado a unos 350 pacientes con trastorno obsesivo compulsivo con esta forma de psicocirugía, todos ellos casos graves. También se está utilizando esta técnica, de forma extensiva, para tratar la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurológico que causa temblores que a menudo se asemejan a los comportamientos repetitivos del TOC.
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