La frontera

En el extremo más meridional de Texas se encuentra el Valle del Rio Grande, una región vasta y escasamente poblada. A medida que los cárteles mejicanos de la droga amplían el alcance de sus operaciones al norte de la frontera, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. debe apoyarse en cualquier recurso disponible para encontrar y atrapar a contrabandistas e inmigrantes ilegales. Los agentes de la Patrulla Fronteriza son puestos sobre aviso por sensores eléctricos o realizan vigilancia encubierta de inmigrantes ilegales a través de la densa maleza del valle del río, tanto en vehículos o a pie. En la Estación de Falfurrias, los traficantes ocultan las drogas en el interior de camiones cisterna que transportan productos químicos tóxicos, necesitando de equipos de control de materiales peligrosos altamente cualificados para descubrir las sustancias ilegales. Por último, en el puerto marino de Brownsville, embarcaciones de transporte de todo el planeta son registradas en búsqueda de amenazas que van desde materiales para la fabricación de bombas hasta letales insectos capaces de diezmar la producción agrícola estadounidense.