La política de expropiación vinculada a la construcción de una nueva autovía, proyectada por el ayuntamiento, desata la indignación de los vecinos de Esperanza Sur. Más tarde, tras reunirse con los responsables del consistorio, Mauricio les explica a los vecinos la propuesta de las autoridades locales: si abandonan el barrio van a recibir una importante suma de dinero. Posteriormente, en su afán porque Paz y Barajas pongan fin a sus rencillas, Luisma les propone que coman juntos para que así puedan limar asperezas. Paralelamente, Fidel, Germán y Héctor se lamentan de su obligación de hacer los deberes a Jonathan y a su pandilla de amigos. Finalmente, Machupichu informa a los vecinos del barrio de que su jefe pretende quedarse con el dinero de la expropiación.