La Granja d'Escarp, en el Segrià, se transforma cada primavera con la floración de los árboles frutales. En esta ocasión, Quim llega al pueblo justo a tiempo para poder deleitarse con este espectáculo de la mano de Maria Cinta, una guía que hace comparaciones muy curiosas. Más tarde se conoce a Aurora, que no tiene ningún problema en admitir que lo que más le gusta del mundo es discutir. Posteriormente, con Rupertín, Quim aprende un extraño truco de payaso y con la conocida como Penya Borratxitos descubre que aquí los robos están al orden del día. Además, Francisco y Jordi demuestran que siempre salen adelante pese a los problemas de la burocracia administrativa. En esta entrega, el presentador charla con las caminadoras nocturnas que, cada noche, salen a dar vueltas por la rotonda del pueblo. Finalmente, en un lugar que se considera la meca de la pesca, Oriol invita a Quim a probar suerte y pescar un auténtico monstruo de río.