Cuando Christopher Jenkins, un prestigioso abogado, es asesinado, los primeros indicios del caso llevan a Carrie y Al a investigar a Mark Brennan, el asistente del letrado. Además de asegurar que fue él quien encontró el cuerpo, Mark les explica que abandonó la escena del crimen para guardar una importante documentación aportada por el padre de una joven asesinada.