Los astronautas de la NASA Kira Foster y Christian Campbell llegan a la I.S.S. para trabajar, junto al resto de la tripulación, tres rusos y otro estadounidense, en varias investigaciones para el progreso de la humanidad. Desde el espacio contemplan una Tierra libre de fronteras hasta que comienzan a producirse explosiones sobre territorio estadounidense y los tripulantes reciben la misma orden de sus respectivos gobiernos: hacerse con la estación espacial cueste lo que cueste. A partir de ese momento, sus acciones están marcadas por impulsos como el amor, el miedo, la valentía, el patriotismo o el sentido del bien y del mal.