Los detectives Christopher Danson y P.K. Highsmith son los polis más malotes y a la vez los más queridos de la ciudad. No llevan tatuajes de nadie, sino que otros llevan tatuajes suyos. En el otro lado de la balanza, están los detectives Allen Gamble y Terry Hoitz, compañeros de mesa en la comisaría, que siempre están en un segundo plano. No son los héroes, son... los otros dos. Pero a todo poli le llega su momento, y pronto Gamble y Hoitz se ven dentro de un caso aparentemente inofensivo que ningún otro detective quiere, pero que podría ser el delito más grande de la historia de la ciudad. Es la oportunidad de sus vidas. Pero, ¿tienen estos tipos lo que hay que tener?