El foraster

Sant Pere Pescador, en l'Alt Empordà, no solo es uno de los destinos turísticos más habituales de la comarca. También esconde uno de los espacios naturales más valiosos de Catalunya, con los espectaculares Aiguamolls de l'Empordà y unas playas vírgenes kilométricas. En esta ocasión, Quim recibe dos propuestas casi opuestas: practicar el kayak contemplativo de la mano de Pau e intentar el wingfoil con Sergi y Mar. Más tarde, el programa comprueba que la gente de Sant Pere tiene mucha personalidad como por ejemplo Salvador, exalcalde del pueblo, que un día recibió al rey Juan Carlos I sin hacer ni caso de los protocolos. Posteriormente se conoce a Mireia, agente urbana, que explica que se carga de paciencia cada día para tratar con los vecinos, las vecinas y los visitantes del pueblo. Además, Quim también descubre los Aiguamolls de l'Empordà a través de la mirada de Espigulé, un veterano de la lucha ecologista. Finalmente, el espacio conoce dos grandes historias de amor: la de Pau y Josep, que se han reinventado con una nueva vida como granjeros, y la de Salvi y Maria, que volvieron a encontrar el amor durante una apasionada excursión a Salou.